Blue Flower

Autores: Àngels Llorens Mateu

Resumen

Este libro parte de la experiencia de Miguel, un niño de 11 años, que inicia su relato cuando percibe que en su familia algo grave está pasando. La autora decide que él será el protagonista del libro a pesar de que es a su hermano a quién se le ha diagnosticado un cáncer. Este motivo lo convierte en un libro novedoso ya que los “forgotten children” pasan a estar en primera línea.
La autora consigue plasmar con gran detalle las emociones, sentimientos, miedos y preocupaciones que padres, madres, hijos enfermos, hermanos, incluso abuelos y abuelas, pueden sentir cuando un niño o niña es diagnosticado de cáncer y durante el tratamiento de la enfermedad. Pero, sin duda, donde está el foco de atención del relato, es en la vivencia emocional de los hermanos y hermanas, escrita desde el máximo respeto y sensibilidad hacia ellos.
Es así un libro realista, conciso y claro que, a través del hilo argumental, mantiene el interés del lector y fomenta su empatía con todos los actores. Sin un desenlace determinado más allá de conseguir que, finalmente los padres de Miguel le permitan participar del proceso de enfermedad –ser una “pieza clave” en la familia, según palabras de su propia madre– por el que está pasando su hermano, Juan.
El título, que inicialmente puede sorprender, intenta reflejar la dificultad que muchos padres sienten en el momento de informar del cáncer a sus hijos. El deseo de proteger a los hijos de una enfermedad mayoritariamente dolorosa, acompañada de miedos y sufrimiento, explica la utilización de un eufemismo como “bichos en la sangre”. Este recurso, en un primer momento inofensivo, será insuficiente para Miguel que necesita, como cualquier otro niño, saber la verdad. Nuestro protagonista nos enseña que, con la ayuda y saber hacer de los adultos, los niños y niñas pueden entender la vida y las dificultades que ésta, en ocasiones, comporta.
Miguel, capítulo a capítulo, expresa con detalle y de manera trasparente y sincera aquello que ve, piensa y siente. Muestra una gran sensibilidad para captar lo que pasa en su entorno y un enorme deseo por entender y ayudar. Se sorprende cuando ve a sus padres llorar y llega a modificar su conducta para priorizar el bienestar de su madre.
Es, por tanto, un relato que puede ayudar a los adultos a entender a los hermanos de niños con cáncer y, a la vez, un relato para que los hermanos puedan sentirse identificados.
El capítulo cinco titulado “Que suerte tengo con la abuela” es un excelente recurso, siempre que se adapte el lenguaje a la edad y capacidad de los menores, para explicar a los niños –en casa, en el colegio– que es el cáncer y sus tratamientos y efectos secundarios.
Este libro quiere defender la inclusión de los niños y niñas en cualquier proceso oncológico. A través de Miguel, captamos la necesidad de los hermanos de niños con cáncer a ser uno más del proceso, a que se les pregunte por sus emociones y sentimientos y que se validen y normalicen. En su caso, es la abuela quien da el primer paso y ello repercute en la implicación a la enfermedad de su hermano.
Bajo mi punto de vista su lectura es muy recomendable no sólo para aquellos entornos que están pasando por una experiencia oncológica sino para el público en general.
Àngels Llorens Mateu
Psicooncóloga Infanto-Juvenil de la Asociación de Familiares y Amigos de Niños Oncológicos (AFANOC)

Páginas: 185-186

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