Autores: David Rudilla, Pilar Barreto, Amparo Oliver, Laura Galiana
Resumen
El estado de ánimo de los pacientes paliativos es uno de los objetivos fundamentales en la atención profesional a los mismos. Distintos autores han estudiado dicho estado de ánimo tomando como base definiciones de la depresión tal como se entiende en la población general. Son muchas las voces y los datos de investigación que apuntan a la necesidad de adecuar la investigación a la situación del paciente en final de vida. Quizá una de las ideas más interesantes es la planteada por Frank y desarrollada por Kissanne y colaboradores, proponiendo la diferenciación entre depresión y desmoralización. Siguiendo esta línea de pensamiento, la desmoralización reflejaría mejor la situación observada en estos pacientes, permitiendo un mejor diagnóstico diferencial y promoviendo un afinamiento mayor en las intervenciones. El síndrome de desmoralización vendría definido como la presencia de desánimo, desaliento, desamparo, pérdida de sentido de la vida y fracaso, sin que los síntomas somáticos propios de la conceptualización de la depresión tengan un peso importante. Teniendo en cuenta esta definición, las intervenciones psicológicas tendrían unos objetivos operativos distintos al tratamiento de depresión, obteniéndose resultados en el bienestar del paciente paliativo. En este trabajo se realiza un planteamiento crítico y se invita a reflexionar sobre las intervenciones psicológicas que actualmente se llevan a cabo en pacientes paliativos.
Páginas: 315-334