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Tìtulo: Auto-regulación emocional en Psicooncologia y Cuidados Paliativos

Autor: Dra. Ángela I. Palao Tarrero

Procedencia: Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario La Paz. Programa de enlace con Oncología y Dolor Crónico. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

«El primer paso para la regulación emocional es aprender a identificar y etiquetar o nombrar las emociones» Linehan (1993)

La Medicina está ampliando actualmente su modelo operativo de lo que es la salud y la enfermedad y del efecto que, sobre ellas, tiene el estilo de vida, las pautas de pensamiento y sentimientos, las relaciones con los demás y los factores ambientales. Por un lado, la investigación está centrándose en la capacidad de las personas de enfrentar, comprender, afrontar, familiarizarnos y trascender algunos de los efectos más problemáticos del estrés y la enfermedad, y cómo podemos llevar a cabo todo esto a través del proceso global de prestar atención; y por otro lado, la medicina conductual e integrativa, la psicología de la salud y la neurociencia estudian la influencia que en la salud y la enfermedad tiene la relación entre mente-cuerpo y la capacidad para regulación emocional. El vivir o convivir con una enfermedad oncológica pudiera asemejarse a ir en una «montaña rusa emocional» caracterizada por la pérdida de control (indefensión), la falta de certeza o seguridad en las creencias y el estar sometido a cambios constantes internos y externos. Todos estos cambios conllevan un aumento de la percepción de la amenaza, favoreciendo la respuesta automática del miedo, la vergüenza, la lucha, la huida ó la congelación, la paralización….; disminuyendo la capacidad reflexiva y la desregulación emocional. Todas las emociones básicas tienen un correlato somático. Las emociones se manifiestan en el cuerpo, son experiencias corporales, estados somatosensoriales. Surgen como respuesta a señales internas o externas. Podría decirse que el principal objetivo de las interven ciones dirigidas a la regulación emocional en pacientes con procesos oncológicos es promover el desarrollo de recursos personales e interpersonales que equilibren de alguna forma lo que se ha vivido como pérdida y permitan a la persona autosostenerse en esa vivencia, adaptarse al cambio, al debilitamiento de las fortalezas emocionales o la incertidumbre derivados de la propia enfer medad. Con la regulación emocional se aumentan los límites de la ventana de tolerancia de cada emoción, de forma que uno es capaz de estar con la emoción en un estado de calma, lo suficiente para aprender de la emoción y la situación, y puede reflexionar y considerar otras alternativas que pueden estar a su disposición. El que las emociones y los pensamientos permanezcan fuera de la conciencia no significa que no nos afecten, pues éstos continúan ejerciendo su efecto y pueden dañarnos. La conciencia sobre el momento, además, encontrar un «lugar seguro» y de recursos en el cuerpo, «regular la alerta psicofisiólogica» y promover un equilibrio adecuado entre el esfuerzo orientado a conseguir un objetivo y el «dejarlo ir», son componentes fundamentales de la regulación emocional. Es muy importante que el entrenamiento en regulación emocional, es como la cinta de Möbius es una superficie con una sola cara y un solo borde, traer esa atención de dentro hacia afuera y de fuera hacia dentro en un continuo terapeuta/paciente.