Blue Flower

Autores: Cristina Bierge, Tomás Blasco, Melinda González-Concepción

La trayectoria académica de Ramon Bayés está indisolublemente ligada a la Universitat Autònoma de Barcelona. Desde allí, y cuando la Psicología era todavía una rama de la Licenciatura en Filosofía y Letras, comenzó a interesarse por la Psicología de la Salud a principios de los años 80.
Pero lejos de centrarse en un único aspecto, decidió abarcar diferentes problemáticas y situa-ciones. Hacia ellas orientaba las tesis doctorales que dirigía. Era capaz de fusionar los intereses personales de cada doctorando o doctoranda con aquellos ámbitos de la atención sanitaria que planteaban cuestiones relevantes a las que la Psicología podía hacer aportaciones significativas para aumentar los conocimientos en nuestra disciplina en temas relevantes para la sociedad, como ha sido el caso de la Psicooncología. En este campo fue uno de los pioneros en nuestro país con su libro Psicología Oncológica de 1985. Así, a partir de una o varias tesis en nuestro ámbi-to o en otros, Ramon Bayés establecía una línea de investigación que, una vez comenzada, dejaba para que la continuasen sus discípulos. Era el iniciador y el promotor, y, una vez asentada la línea de trabajo, dirigía su atención e intereses hacia nuevos horizontes, incorporando así nuevos doc-torandos y nuevos conocimientos. Eso permite entender su trayectoria desde la Psicooncología al SIDA y, después, hacia los Cuidados Paliativos. Sin embargo, no perdía de vista los logros que había conseguido y seguía manteniendo actividad en las líneas que había iniciado, colaborando con aquellos y aquellas a quienes había dirigido la tesis, y generando nuevos contactos.
Buen ejemplo de ello fue su participación en los grupos de Psicooncología y de Cuidados Paliativos de la Acadèmia de Ciències Mèdiques i de la Salut de Catalunya i de les Balears (en el segundo número del volumen 15, de 2018, de nuestra revista puede consultarse una crónica de la actividad del grupo de Psicooncología). En las reuniones con las psicooncólogas del grupo, que, en su inmensa mayoría, realizaban actividad asistencial en unidades de Oncología en di-versos hospitales, Ramon Bayés se nutría de sus vivencias, captaba las particularidades de la atención psicooncológica y las posibles aportaciones que desde el mundo académico se podían establecer, y las planteaba a sus discípulos y a alumnos interesados en desarrollar trabajos de investigación o tesis doctorales.
Creó así un canal de comunicación entre el día a día de la atención psicooncológica, que ne-cesitaba de la integración de conocimientos y las reflexiones que la universidad podía facilitar, y la rigidez académica que mayoritariamente se nutría de publicaciones científicas que, en muchos casos no llegaban a captar la intensidad y complejidad de lo que el cáncer supone para el enfer-mo que lo padece y para quienes le asisten. Por eso nos habló en más de una ocasión de lo que él llamaba el método poético, como un complemento al método científico. De este modo, a los discipulos que desde la universidad se interesaban por la Psicooncología, les llegaba la realidad que estaba más allá de las revistas científicas, y a las psicooncólogas de la Academia, los cono-cimientos que la reflexión académica y las tesis en curso les podían aportar.
A raíz de esas colaboraciones, algunas de esas psicooncólogas decidieron embarcarse en la aventura de la tesis doctoral, reforzando así la colaboración y el vínculo entre los hospitales y la universidad. Gracias a Ramon Bayés, se consolidaron líneas de estudio que hoy siguen dando frutos. Ese legado (hacer dialogar la complejidad de la vida con el rigor del conocimiento) explica por qué su huella perdura y por qué se ganó el respeto de la profesión biomédica: porque supo unir lo que a menudo avanza por separado, lo académico y lo asistencial, poniendo siempre el conocimiento integral del paciente y su sufrimiento en el centro de la atención.

Cristina Bierge
Tomás Blasco
Melinda González-Concepción

Páginas: 365-366

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