Blue Flower

Autor: Fernando Lolas Stepke

Resumen

El subtítulo de este libro merecería extenso comentario. Bajo el concepto de Antropología puede entenderse un saber sobre lo humano que tiene diversas connotaciones. Por una parte, una disciplina empírica que estudia tanto los aspectos físicos de la humanidad como sus variantes culturales. Por otra, una reflexión filosófica que intenta abarcar todas las dimensiones de lo que Teilhard de Chardin llamara “el fenómeno humano”. En el caso de este volumen se trata de “antropología médica”.

Cuando me desempeñé como editor asociado de la revista “Social Science and Medicine” era evidente que “medical anthropology” se entendía como ciencia empírica. Solamente a partir de las ideas de la medicina alemana de los siglos XIX y XX, y muy especialmente de las aportaciones de la Escuela de Heidelberg, se establece la noción de un saber integral, teorético e ilustrado, sobre el “significado” de ser humano. Desde la raíz misma del estado de dependencia y minoración que supone el radical antropológico de la “enfermabilidad” se construye la teoría. La antropología de cuño estadounidense, que tanto aportó al conocimiento de otras culturas, fue tributaria de los trabajos de Tylor, Boas, Frazer, Mead y otros autores en su vertiente cultural. Se estableció como un potente auxiliar de estudios demográficos y forenses. Pero sólo tangencialmente aporta intuiciones para la práctica actual de la medicina, si bien las observaciones de las prácticas rituales de pueblos “primitivos” y la colección de rarezas etnográficas complementan visiones más convencionales.

Este libro es de un alcance enciclopédico. Bellamente ilustrado con diagramas anatómicos del sistema nervioso, se inicia con una introducción a las neurociencias en sus aspectos morfológicos y funcionales. Junto a conocimiento fáctico actualizado, uno de sus atractivos es comentar la vida y la obra de importantes autores. Las consideraciones sobre paleontología humana y sus implicaciones para las interfaces entre emoción, razón y menoscabo o enfermedad son un buen preámbulo para un análisis de las principales bases teóricas de la medicina moderna. Después de leerlo y meditarlo, nadie pondría en duda el valor de la dimensión antropológica en la teoría y la práctica del arte de curar.

Es verdad que el uso del término antropología (con su inevitable polisemia) ha dejado de ser corriente en la literatura médica especializada. Mayor razón para prestar atención a este recuento tanto histórico como conceptual de sus significaciones y connotaciones. Muchas expresiones que apuntan a lo integral han entrado y salido del léxico médico: modelo biopsicosocial, medicina holística, medicina integradora, medicina centrada en la persona son solamente algunos ejemplos. No cabe duda, sin embargo, que lo antropológico apunta a lo más abarcador de tales orientaciones y este libro debería servir para una reivindicación terminológica que insinúa temas de investigación y plantea numerosas preguntas. Ya sabemos, por Gadamer, que lo más valioso de la empresa filosófica no es dar respuestas sino proponer preguntas. De ese acto primigenio surge toda una fructífera vertiente para ordenar, sistematizar y aplicar el conocimiento, que es, ya sabemos, no solamente información sino informaciónestructurada con miras a un fin social.

Cada capítulo de esta obra aborda temas relevantes, tratados con elegancia y amenidad, fértiles en asociaciones y selectivos en cuanto a fuentes. No es una simple co-lección de datos sino una se-lección de ideas. En cada acápite se encuentran sugerencias y alusiones, la intención del volumen es ciertamente amplia y toca temas de tanta relevancia como la emoción y el sufrimiento, la historia de la medicina psicosomática, la imaginación y la eudaimonía, la epistemología médica y la meditación, junto a otros asuntos más específicos, como el síndrome de sensibilización central, los trastornos del sueño y la importancia de los telómeros.

Uno de los atractivos de esta obra es justamente presentar, con asociaciones de singular originalidad, una propuesta para estudios, reflexiones y enseñanza. No solamente los expertos encontrarán en ella informaciones interesantes. Por su carácter y amenidad, también puede ser leído por el público en general y especialmente por estudiantes, de medicina u otras profesiones, que deseen ampliar el ámbito de sus experiencias. En síntesis, una lectoría amplia; quizá en algunos acápites apela a un bagaje cultural que no siempre tendrán sus lectores pero precisamente por ello posee un carácter estimulante e incita a profundizar.

Fernando Lolas Stepke

Instituto de Estudios Internacionales, Universidad de Chile

Páginas: 341-342

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