Blue Flower

Autora: Maria Die Trill

Resumen

Conocí personalmente a la Dra. Holland por vez primera en el año 1984 cuando me contrataron en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York para trabajar en el Departamento de Pediatría Oncológica, y me complace afirmar que hasta hoy en día mantenemos una relación profesional y personal muy cercana. Además de su categoría profesional, Jimmie es una persona enormemente cálida que tiene una habilidad especial para las relaciones humanas. Es por ello que personas como yo, que hemos tenido la gran oportunidad de formarnos y de trabajar con ella, le estaremos siempre agradecidas por todo lo que siempre es capaz de ofrecer.
La Dra. Holland es la fundadora de la Psico-Oncología. Ya en los años setenta definió los aspectos psicológicos y psiquiátricos, sociales y comportamentales del cáncer. De ahí que su figura sea crucial en el desarrollo de la Psico-Oncología como una subespecialidad clínica que cada vez tiene mayor resonancia en el mundo entero.
Aunque se la conoce más por su actividad profesional como psiquiatra y psicooncóloga, me gustaría empezar por describir a la persona que hay en Jimmie. Madre de seis hijos y abuela de los que suman ya un número considerable de nietos, Jimmie está casada con el Dr. James Holland, oncólogo médico también de reconocido prestigio mundial. Juntos viven en su casa de Scarsdale, Nueva York y combinan de una forma admirable sus actividades familiares con las profesionales y sociales. Jimmie es incansable: la primera en acudir a eventos científicos y sociales, y generalmente, la última en irse. Su capacidad de comprensión y de conexión con las personas son sólo algunas de sus mejores cualidades. Su insistencia para conseguir todo aquello que se propone es también notable. Recuerdo una ocasión en la que quería que yo acudiera a una reunión que la Fundación Pollin, de la que yo era becaria entonces, celebraba en Washington, D.C. unos días antes de que me presentara a los “Boards” (exámenes nacionales y estatales para obtener la licencia para practicar la Psicología). Con la angustia propia de este tipo de exámenes que ponía en juego mi actividad profesional para permanecer en los Estados Unidos, me negué, yo pensaba que en rotundo, a acudir. Sin embargo, sus repetidas e insistentes llamadas, incluso a las seis de la mañana cuando ella despertaba, y sus convincentes razonamientos me hicieron cambiar de opinión, de manera que ahí estaba yo, dos días antes de mi examen, preguntándome a mí misma qué hacia en aquél vuelo a Washington.
La Dra. Holland se graduó de la Universidad Baylor en Waco, su Texas natal, obteniendo su licenciatura en Medicina en Houston. Realizó el internado en St. Louis City Hospital y su residencia en el Malcolm Bliss Psychiatric Hospital, en la Universidad de Washington, y en el Massachussets General Hospital en Boston. La Dra. Holland trabajó en el Departamento de Psiquiatría en de la Universidad de Nueva York, en Buffalo, entre los años 1956 y 1973, donde ocupó el cargo de Directora de Psiquiatría. Entre los años 1972 y 1973 la Dra. Holland se trasladó a vivir a la Unión Soviética donde colaboró con el Instituto Nacional de Salud Mental como consultora, en un estudio colaborativo sobre esquizofrenia. En 1974 fue nombrada Vicedirectora del Servicio de Psiquiatría de Enlace del Hospital Montefiore, afiliado a la Universidad Albert Einstein de Nueva York. En 1977 obtuvo una cátedra de Psiquiatría en Cornell University Medical College, convirtiéndose en Jefa del Servicio de Psiquiatría del Memorial SloanKettering Cancer Center. Ahí, junto a dos residentes, creó la primera Unidad de PsicoOncología del mundo. Es interesante oírla hablar de sus comienzos: una pequeña mesita - a falta de mesa de despacho, con unas cuantas sillas, en un espacio reducido donde las tres compartían sus primeros pasos en el mundo de la Oncología. Ocupa la primera cátedra en Psico-Oncología que se ha creado: Wayne E. Chapman Chair en Oncología Psiquiátrica en el Memorial SloanKettering Cancer Center (MSKCC). Bajo su mando, el grupo del MSKCC se ha convertido en el pionero de la Psico-Oncología, tanto a nivel de docencia como de investigación y actividad asistencial.
Sus contribuciones han tenido un eco importante a nivel internacional, habiendo marcando hitos importantes en el desarrollo de la Psico-Oncología. Así, en el año 1977 creó el primer comité de Psico-Oncología como parte de los ensayos clínicos subvencionados por el National Cancer Institute de Estados Unidos: el llamado Cancer and Leucemia Group B, encargado de recopilar las primeras medidas de calidad de vida como variables dependientes en el desarrollo de nuevos agentes quimioterápicos durante ensayos clínicos. En 1984 fundó la Sociedad Internacional de PsicoOncología (IPOS) con el ánimo de crear una red de conexiones entre aquellos interesados en la Psico-Oncología en otros países. Tanto a través de la IPOS como por su humanitarismo, Jimmie ha contribuido de una manera significativa al desarrollo de la Psico-Oncología en el mundo entero. Recuerdo cómo facilitaba a aquellos profesionales procedentes de países con pocos recursos, la oportunidad de viajar a USA a formarse en Psico-Oncología. Así, no era infrecuente ver a algún psiquiatra extranjero muy temprano por la mañana, dirigiéndose a la ducha en pijama por los pasillos del Servicio de Psiquiatría porque Jimmie le había prestado el sofá de su despacho para dormir durante su estancia en Nueva York.
La Dra. Holland fundó también la APOS, American Psychosocial Oncology Society en 1986 y editó tres años después, el primer libro de texto de Psico-Oncología, publicado por Oxford University Press y reeditado posteriormente en 1998. Fundó y es asimismo, co-editora de la revista científica de difusión internacional Psycho-Oncology, en 1992. Autora de innumerables publicaciones científicas, su último libro (2000), la cara humana del cáncer, escrito en colaboración con un periodista, Sheldon Lewis (traducido al castellano y publicado por la Editorial Herder), va dirigido fundamentalmente a pacientes y familiares. Forma parte de numerosos comités científicos nacionales e internacionales. Es Miembro del Instituto de Medicina de los Estados Unidos, miembro de los comités editoriales del National Cancer Institute y del American Cancer Institute así como de numerosas revistas científicas, y receptora de múltiples premios en reconocimiento a su labor profesional y humana. Entre ellos cabe destacar la Medalla de Honor a la Investigación Clínica concedida por la American Cancer Society en 1994. Su orientación integradora le ha llevado a combinar de un modo admirable, la actividad clínica con la de investigación y la docente. En este sentido, ha desarrollado el programa pionero de formación posdoctoral en PsicoOncología en el MSKCC.
Hace escasos meses, en noviembre del pasado año, Jimmie celebró su “jubilación” (lo pongo entre comillas porque sigue más activa que nunca!) como Jefa del ahora convertido en Departamento de Psiquiatría del MSKCC. El evento reunió a todos aquellos que nos habíamos formado ahí, con ella. A la celebración de un simposium científico le siguió una cena de gala en un lujoso club de Nueva York. El espíritu entrañable que reinaba aquél lugar era una manifestación de todo el cariño y profesionalidad que ha derrochado siempre Jimmie. Los que estábamos ahí presentes, además de disfrutar enormemente de la situación, compartíamos el agradecimiento a la Dra. Holland por haber sido un modelo muy especial para todos nosotros. Es comprensible, dada su trayectoria profesional y personal, que la Dra. Holland reciba el apoyo tanto de profesionales y científicos de todo el mundo como de pacientes y familiares que le están profundamente agradecidos por su labor y su dedicación.

Páginas: 185-186

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