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Autores: Pilar Arranz Carrillo del Albornoz y Javier Barbero Gutiérrez

Resumen

RECUERDO ENTRAÑABLE DE UN BUEN MÉDICO Y DE UN MÉDICO BUENO: FERNANDO HERNÁNDEZ NAVARRO

Jefe de Servicio de Hematología del Hospital Universitario La Paz, Madrid.
Catedrático de Hematología, Facultad de Medicina de Universidad Autónoma de Madrid.


El pasado mes de mayo fallecía en Madrid Fernando Hernández Navarro, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Tras una larga y difícil travesía nos ha legado un modelo inefable de afrontamiento, al estilo de aquel guerrero inteligente que desarrolla un tipo de coraje apacible. Se ha marchado despacio, en silencio y rodeado de esa calma que sólo el amor es capaz de dar.
Los psicólogos que tuvimos el privilegio y el placer de trabajar con él, le consideramos uno de los médicos más activos en la integración de equipos interdisciplinares, con su concepción siempre innovadora, creativa y con la solidez científica que le infundía la búsqueda de mejoras en el tratamiento de los más vulnerables. Con su presencia y compasión, siempre estuvo dispuesto a escuchar, a entender y atender el sufrimiento de sus pacientes y familiares, sin refugiarse únicamente en los aspectos biológicos de las personas.
Con su relación de confi anza nos enseñó que los psicólogos tienen su lugar en los equipos sanitarios; que se pueden compartir áreas de poder sin dejación de funciones cuando se focaliza la intervención en la persona con su biografía única y multidimensional; nos mostró que un equipo amplio y complejo se construye cada día, sabiendo que las difi cultades son oportunidades de crecimiento de los distintos profesionales que lo confi guran; que los riesgos están para afrontarlos, cuando se tienen claras las metas; que se puede cooperar y compartir si hay voluntad para ello.
Apoyó el desarrollo de proyectos nuevos como: el sistema interdisciplinar de “la acogida”, para comunicar malas noticias; el desarrollo e implementación de los trasplantes de médula ósea; el laboratorio con técnicas de última generación; la innovación en hemofi lia, considerando a los enfermos como integrantes de su propio proceso de autonomía; el desarrollo del “grupo soporte”, cuidando con especial diligencia a los enfermos que tenían que afrontar el fi nal de la vida.
Persona de una gran vitalidad en todos los aspectos de su vida, incansable buscador y explorador de sensaciones, viviéndola en su presente intenso, desde el cielo con un avión de ala delta o desde las profundidades del mar con las prácticas de submarinismo, pasando por el tenis, golf, paddle, equitación o sencillamente paseando por el campo para escuchar la información que le aportaba el silencio. Al final de su recorrido, además de su cátedra de hematología, a pesar de su juventud, no hay duda de que también se ganó su cátedra de la vida.
Ningún lugar está lejos para las personas que, como Fernando, supieron comprometerse con la vida y con los demás. Su luz, su sonrisa, su generosidad, su alegría, su amistad, siempre permanecerán con nosotros.
Con toda nuestra admiración y respeto

Pilar Arranz Carrillo del Albornoz
Instituto ANTAE
Javier Barbero Gutiérrez
Servicio de Hematología Hospital la Paz

Páginas: 527-528

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